En los últimos años, el mayor desarrollo en la elaboración de medicamentos en los servicios de farmacia de los hospitales ha sido la evolución hacia una racionalización de dicha actividad, garantizando la eficacia clínica de estos preparados medicinales, al tiempo que se mejora su calidad. La elaboración de estos preparados no se limita al estudio de la viabilidad clínica y a las consideraciones técnicas inherentes a su fabricación. Los farmacéuticos deben asegurarse de que los preparados que elaboran se mantengan estables y, por tanto, conserven todas sus propiedades durante el tiempo de almacenamiento y hasta el momento en que se administran al paciente.