La inteligencia artificial (AI) nos brinda la oportunidad de avanzar en la adopción de prácticas innovadoras en medicina 5P. Por ello, su propósito se centrará en las personas y partirá de un razonamiento científico adaptado al ámbito de la salud. Aunque sus usos han de regularse, una implantación equitativa, inclusiva y segura necesitará apoyarse en un modelo de gobernanza de responsabilidad compartida y un plan estratégico de cooperación multinivel. Además, sin la implicación activa de los profesionales, correremos el riesgo de no implantar la IA en sus usos más fiables y potentes.