El número de pacientes polimedicados se ha ido incrementando en los últimos años debido a una mayor longevidad de la población y al incremento en la prevalencia de enfermedades crónicas. La repercusión sobre la salud de los pacientes y sobre el propio sistema sanitario hace necesaria la puesta en marcha de estrategias para mejorar la prescripción y reducir la polimedicación inadecuada. Los autores presentan un análisis de la situación actual y las consecuencias de la polimedicación y revisan las principales estrategias para mejorar la adecuación, la seguridad y la adherencia a los tratamientos mediante la identificación de prescripciones potencialmente inapropiadas, la prevención de eventos adversos relacionados con los medicamentos y la valoración de la adherencia, teniendo en cuenta, además, aspectos como las preferencias y expectativas del paciente.